Archigarfas, conocido con el sobrenombre de Mariscal por sus más allegados, es el alcalde de Isla de Ámbar. Antaño fue una aldea próspera, pero durante su mandato está pasando por un mal momento. A pesar de sus esfuerzos por devolverle el esplendor, carecía de recursos o contactos y solo disponía de sus propios ahorros. Su comportamiento malhumorado y testarudo no ayudó a unir a los pocos habitantes que quedaban en la isla y, por desgracia, empezaron a hacer las maletas y a marcharse. Sintiéndose traicionado, antagonizado y frustrado por sus propias carencias, empezó a sentirse desencantado con sus responsabilidades y ahora hace lo mínimo para que la isla siga funcionando.