Eugenia, una Smilodon, es una artista traviesa y simpática que sueña con crear su propia serie de dibujos animados. De pequeña, sus enormes dientes eran siempre el blanco de las bromas de sus compañeros, pero acabó aceptando esta peculiaridad y empezó a sentir fascinación por los personajes de dibujos animados, a los que adora por sus proporciones exageradas. Ahora busca un lugar nuevo y emocionante donde vivir, lleno de travesuras y personalidades audaces que sirvan de inspiración para crear sus obras de animación. Además de los dibujos animados, su orgullo es una vasta colección de gemas. Le fascina el proceso de clasificación y corte de los minerales, puesto que lo considera como un paralelismo adecuado respecto a su propio periplo creativo.